Este año cosas importantes
sucedieron en mi vida, algunas etapas se cerraron y otras abrieron. Reconozco que no todas las metas trazadas al
finalizar el 2011 se materializaron en este ya agonizante 2012, pero también
reconozco que el tiempo de Dios es perfecto y en mi vida todo está ocurriendo
según el plan que él tiene trazado para mi.
Hubo lágrimas, sonrisas,
carcajadas, tropiezos, metidas de pata (en
forma repetida), algunas personas salieron de mi vida y otras muy especiales
llegaron para revolucionarlo todo, me siento más unida que nunca a mi familia (ese
tesoro incalculable que Dios me ha regalado). He dejado atrás viejos rencores, viejos
amores, he olvidado las ofensas que quizás en algún momento me hicieron, he
decidido perdonar a los demás y sobre todo perdonarme a mi misma.
He vivido experiencias que me han
hecho crecer como persona y como profesional. Estoy asumiendo responsabilidades
y compromisos que con anterioridad temía asumir, me estoy dando la oportunidad
de sentirme querida, de estar al lado de alguien que más que mi pareja es mi
cómplice, amigo, compinche.Gracias a las vivencias de este año, hoy tomo una postura diferente
ante la vida, defino mis objetivos y modifico
mi estrategia frente a la materialización de mis metas. Hoy se dónde estoy, hacia
dónde quiero ir y sobretodo qué debo hacer para lograrlo.
Sé que me espera un 2013 cargado
de cambios, de amor, de unión, crecimiento y sobre todo de prosperidad y estabilidad. Y desde
hoy declaro que estoy lisa para recibir con los brazos abiertos las abundantes bendiciones que con él trae.
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