En la vida hay que aprender a correr riesgos. Si te arriesgas sólo dos cosas pueden suceder, ganarlo todo o no ganar nada, pero si no tienes el valor de arriesgarte puede ser que te pases la vida lamentándote por no haberlo hecho o simplemente preguntándote qué habría pasado de haberte atrevido hacerlo. Correr riesgos no es malo, únicamente hay que estar preparados para enfrentar los resultados!
La vida es una canción repleta de notas altas y bajas, y hay que saber vivir cada una de ellas sin quejas, solo con tesón y disponibilidad para aprender las lecciones que nos brinda. Si te detienes un minuto a pensar todas las oportunidades que has perdido por temor a qué puede suceder, al qué dirán, a que no se llenen tus expectativas, en fin, siempre buscamos una excusa cuando de huir al riesgo se trata. Pero esa no es la mejor alternativa, estamos hechos y creados con la capacidad suficiente para enfrentar las circunstancias que se nos presentan, porque Dios, nuestro creador, ha puesto en nosotros los talentos suficientes para sobrellevar lo que ha de venir, lo que se ha de presentar tras cada decisión tomada.
No importa si te dicen que no puedes, que no te saldrá bien, que fallarás en el intento, que te dirán que no, que ya no te quieren, no importa lo que han de decir, usualmente esos que opinan son los menos indicados para guiar tus pasos. Dios ya tiene un plan divino preparado y él esta tras cada una de esas decisiones que tomamos, y detrás de cada uno de los resultados de ellas hay una gran enseñanza de vida. Hoy es el día que Dios creó para que todo te salga bien, solo ten el valor de arriesgarte, si funciona es porque DIOS lo quiso así y si no funciona es porque él quiere que aprendas de eso que te sucedió.
