La mujer.

La mujer piensa con el corazón, actúa por la emoción, y vence por el amor. Ámate primero a ti misma y recuerda que somos un manjar de los Dioses.

lunes, 26 de julio de 2010

Ella y Él.



Esta es una historia real, me la contó no recuerdo quién ni cuándo, pero de lo que estoy segura es que es real. Un amor inmenso y perpetuo, un amor de esos que ya no existen, de esos que sólo nuestros abuelos son capaces de de recordar y contar vívidamente por haber sido participes de él.

Él era un chico tímido, callado, con una inteligencia semejante a la del rey Salomón. Su cuerpo delgado se movía con gran elegancia, cada paso que daba era sinónimo a la más perfecta nota musical, sus ojos color esmeralda iluminaban todo cuanto tenía a su alrededor, sonreía poco, pero cuando lo hacía deslumbraba y hacia alucinar a cualquier mortal. Él era su gran amor.

Ella dulce, amable, siempre sonriente, tenía la capacidad de contagiar a cualquiera de esa chispa de alegría y avivamiento que la caracterizaba. Su voz era una melodía, y sus ademanes representaban la más fina composición lirica.

Se conocían desde niños, ella aunque menor que él, se enamoró perdidamente de aquel larguirucho que la estremecía de pies a cabeza sólo con mirarla. Ella era deseada por todos, pero esa no era su prioridad, ya que su gran delirio nunca la miró con ojos de amor. Sufría callada, solo su almohada se enteraba de sus dolencias y pesares, pero nunca perdía la esperanza de poder materializar su sueño de ser amada en la misma media en que ella lo hacía. Un día se armó de valor y le confesó a su amado sus sentimientos, él sólo asentaba con la cabeza y sorprendido le tomó la mano y le confesó que el también en algún momento sintió lo mismo, pero que ya no, al escuchar esto su corazón palpitó tan rápido que parecía un potro desbocado, de detuvo y luego se fragmentó en mil pedazos. Lloró noches enteras, vivió días amargos.

Pasaron los años y las circunstancias los separaron. Él partió a otro país, ella trató de buscar refugio al lado de otro amor, pero le fue imposible, aquel viejo amor seguía tan vivo como el primer día, la esperanza de ser querida seguía latente en ella.

Él no fue tan afortunado en el amor, entregó su corazón pero fue herido una y mil veces, él volvió a ella deseoso de recibir aquel amor desinteresado que le fue ofertado en alguna ocasión, bordeó mares, cruzó fronteras, escaló montañas, solo para llegar a los brazos de ella.

Ella lo recibió con los brazos abiertos, sin reproches, sin rencores y lo amó de tal forma que los días no eran suficientes, las noches eran cortas, las mañanas inalcanzables, su amor era desmedido, lo amó hasta que le dolió, lo amó hasta que su corazón dejo de latir, lo amó por siempre.

miércoles, 21 de julio de 2010

Expertos en falsedades.


Muchas personas se han hecho expertos en falsedades, en utilizar disfraces para ocultar su verdadero yo, sin importar el daño causado a las personas que se encuentran a su alrededor, e inclusive a ellos mismos.

Antes de afirmar que conocemos a alguien debemos tomar en cuenta ciertos factores, puesto que, la personalidad del ser humano tiene tres niveles que debemos conocer de forma real para afirmar lo dicho anteriormente.

Primero está la APARIENCIA, la percepción a primera vista que logramos de las personas, para conocer esta parte del individuo solo basta con verlo, observar su vestimenta, su peinado, su forma de hablar y de conducirse, es fácil mentir en este nivel.

El segundo nivel de la personalidad son las ACTITUDES. Para conocerlas es necesario hablar con la persona, saber qué piensa de su familia, de su trabajo, de sus amigos, saber si es positiva o negativa, constructiva, dañina o traicionera… También en este nivel es posible mentir. No nos dejemos engañar.

El tercer nivel de la personalidad son los VALORES INTRÍNSECOS. Para conocerlos no es suficiente conversar con la persona, hay que vivir con ella. Solo quienes conviven a diario con nosotros y nos ven reaccionar en todo tipo de circunstancias saben cuáles son nuestros valores fundamentales. En este perímetro ya no es posible mentir. Todo es transparente, todo sale a la luz. Solo en la intimidad, en la vida secreta se desenmascara al moralista hipócrita o se descubre al verdadero hombre de bien.

viernes, 16 de julio de 2010

La desigualdad genera violencia.



La violencia contra la mujer está relacionada con la forma diferente en que son criados y educados hombres y mujeres. Tradicionalmente, a las mujeres y a los hombres se les ha asignado roles y comportamientos asociados a lo que la sociedad espera de cada uno.

Mientras a los hombre se les asignan roles de conquistador y padrote sexual y actitudes y comportamientos relacionados con agresividad, fortaleza, frialdad, afán de éxitos y lucro, independencia e iniciativa, entre otros, a las mujeres, en cambio se les enseña a ser dependientes, sumisas, pasivas, seductoras, tiernas, sensibles y propiedad del hombre.

En relación a la sexualidad al hombre se le estimula e induce a tener la mayor cantidad de experiencias sexuales antes de llegar al matrimonio. A la mujer en cambio se le exige mantenerse virgen hasta el momento del casamiento. Así miso se tolera que el hombre pueda tener cuantas parejas sexuales desee, mientras que a la mujer se le exige fidelidad.

La asignación de roles tradicionales, ha limitado grandemente la capacidad de la mujer para ejercer el poder. La mujer crece, creyendo que hay tareas que solo le corresponden a ella, que son como objetos, que siempre deben gustar a los demás, especialmente a los hombres y que son dependientes de ellos.

Los hombres también creen que hay tareas que solo les corresponden a ellos, que las mujeres están para servirles, que los sentimientos no son cosas de ellos, que necesitan controlar el mundo y a las demás personas, especialmente a las mujeres. Esto trae consecuencias negativas, los roles masculinos tienden a crear en los hombres una actitud de dominio y de control que produce desigualdades y desequilibrios, que van desde la vigilancia hasta la posesión.

Pero esto se puede cambiar, así es, desde el hogar es necesario que hombres y mujeres sean educados y educadas en función de normas y comportamientos de igualdad, enfatizando actuaciones que favorezcan los ambientes de paz, el respeto por la vida, el afecto hacia las otras personas y la solidaridad. Permitir que los hombres desde niños manifiesten sus sentimientos de miedo, dolor, inseguridad o tristeza, apoyar a las mujeres para que asuman el control de sus vidas, definiendo y asumiendo lo que quieren ser y hacer como personas poseedoras y merecedoras de derechos.

Manos a la obra, es hora de cambiar el mundo, es responsabilidad de todos!!!

jueves, 15 de julio de 2010

¿Qué es más importante, el tamaño o el grosor?



Los temas relacionados a la sexualidad siempre han estado inmersos en un aura de prohibiciones, mitos y tabúes. Pero el simple hecho de que estén afectados de esta forma nos hace buscar respuestas a múltiples incógnitas que nos surgen, tanto por la falta de información directa que tenemos y a veces para satisfacer el morbo que poseemos de manera natural.

Dentro de estos temas uno que causa real preocupación en los hombres más que en las mujeres, es el tamaño del pene durante la erección, y cómo influye esto al momento de satisfacer sexualmente a la pareja.

El hombre se siente mejor consigo mismo si está “bien proporcionado”, pero la mujer no siempre concuerda con aquello que se dice que entre más grande el tamaño del pene es más placentero el sexo.

El pene humano puede presentar una gran variedad de tamaños. En la cultura popular relacionan el tamaño del órgano reproductor del hombre a su nivel de virilidad y fertilidad, pero diversos estudios realizados demuestran lo contrario.
Aunque los resultados varían en cada estudio, se cree que el tamaño del pene erecto es, en promedio, de 14,5 cm de longitud y de 12,7 cm de circunferencia aproximadamente.

Existe el mito de que un pene más largo es más deseable para satisfacer a la pareja en el coito vaginal. Este mito no es completamente sustentable, debido a que las zonas sensoriales femeninas se hallan en el exterior de la vagina. Al momento del contacto copular, el varón imprime una serie de movimientos estimulantes en los labios sensoriales del clítoris, provocando señales estimulantes a la pareja. Estudios y encuestas han apuntado al hecho de que para la mujer es más estimulante obtener del varón una mejor erección que un pene más largo (es decir, al parecer es más importante el grosor que la longitud).

miércoles, 7 de julio de 2010

Ángeles terrenales.



Quién no ha escuchado decir “mi hermano me tiene loca” o “mi hermanita es tremendísima” o mejor aun “no me gusta que se ponga mi ropa”. Creo que todos en algún momento hemos utilizado una de estas frases por experiencias vividas junto a nuestros queridos hermanos, pero en esta entrega, quiero resaltar los aspectos buenos de tener hermanos y que debemos aprender a valorar.

Los hermanos son esos seres especiales que están en nuestras vidas de alguna forma, modifican nuestra existencia bridándonos su amor incondicional, apoyo, sus consejos y le dan esa chispa a cada día que pasan junto a nosotros, son ángeles terrenales dispuestos a protegernos en todo momento y cuando menos lo esperamos.

Yo podría clasificarlos en dos grupos importantes.

Hermanos de vínculo sanguíneo: son aquellos hijos de nuestros padres, con los que estamos unidos estrechamente, unión que es imposible romper.

Por lo general crecen junto a nosotros, bajo el mismo techo, con las mismas costumbres y a veces con las mimas creencias. Nos peleamos con ellos, pero generalmente son trivialidades que olvidamos de forma inmediata. Aprendemos amarlos como a nosotros mismos.

Nuestros padres, desde que somos niños, nos enseñan a compartir todo con ellos y a orar por las noches pidiéndole a Dios que los proteja. Los mayores son nuestros guías, nuestro ejemplo a seguir y los más pequeños son nuestra gran alegría y en ocasiones nuestro entretenimiento.

Hermanos de alma: son aquellos seres especiales, que aunque no están vinculados sanguíneamente con nosotros, son una pieza esencial que forma parte del rompecabezas de nuestras vidas.

Con estos compartimos nuestras vivencias, dolencias, alegrías, tristezas, triunfos, etc. Siempre están dispuestos a escucharnos y son excelentes tanto para compartir el amargor que a veces invade nuestra garganta como para el bonche del fin de semana.
Aquí las peleas también están presentes, y aunque a veces las reconciliaciones tardan más que con los hermanos sanguíneos, es seguro que recibimos o hacemos esa llamada para pedir disculpas.

sábado, 3 de julio de 2010

Libremente cautivas.




Durante décadas las mujeres hemos luchado por la libertad en diferentes aspectos dentro de nuestra sociedad, hemos sido protagonistas de arduas batallas para lograr la igualdad de género, pero hay que entender que estamos presas en un mundo socialmente masculino, que no entiende que tenemos todas las capacidades para ser entes altamente productivos.

Por momentos nos otorgan esa “libertad e igualdad” tan anheladas, pero solo a conveniencia, nos brindan igualdad al momento de pagar las cuentas del hogar o al momento de compartir responsabilidades económicas en general, pero para actuar dentro de la sociedad no nos toman en consideración.

Las mujeres estamos inmersas en una sociedad que no sólo nos coloca en una situación de vulnerabilidad sino que históricamente nos ha subordinado ante el hombre y eso nos hace perder las oportunidades o las condiciones necesarias para tomar algunas decisiones sobre lo que queremos hacer en nuestras vidas.

Nosotras tenemos la labor titánica de enfrentarnos a un mundo y a unos modelos laborales, sociales, morales, que han sido creados para hombres y por hombres que no entienden que la libertad e igualdad no la logramos con adquirir el derecho al voto o a una mínima participación dentro de las labores política, sino cuando descubramos cuales son las razones que están detrás de la violencia intrafamiliar, de la prostitución de niñas, de la trata de blancas, de los asesinatos y vejaciones a mujeres. Creo que descubrir y controlar esas causas sería un gran adelanto a la libertad e igualdad.

viernes, 2 de julio de 2010

Soñadores Anónimos.


Cada día que pasa me doy cuenta de todas las cosas valiosas que están a mí alrededor y que a veces ignoro su importancia, no voluntariamente, sino por dejarme llevar por los afanes del día a día. Todos en algún momento hemos pasado por esto, pero en el día de hoy una causa fundamental me hizo reconocer lo privilegiada que soy y que el ser humano no requiere de mucho para ser feliz.

Esa causa fue Rafy, un niño de 8 años residente del sector Katanga de Los Minas, dulce, sonriente, con la ternura que caracteriza a un niño de su edad, descalzo, sin camisa, reunido a un grupo de amiguitos de edades similares y en iguales condiciones.
Estos niños estaban encantados observando la rivera del rio Ozama y las casuchas que se encuentran en sus márgenes, que quizás para otras personas éste paisaje no sea tan hermoso como lo resultaba para este pequeño grupo de soñadores, los cuales han sido castigados por el sistema social de nuestro país.

Pero ellos parecían ignorar esta realidad, y llenos de ilusión me contaban sus deseos para cuando sean grandes, Rafy quiere ser pelotero y aunque expresa muy risueño que no tiene chancletas que ponerse porque su papá trabaja en construcción y a veces no tiene dinero, sus ojos expresivos y brillantes demuestran la gran fe que tiene en que su sueño se cumpla.

De una forma placentera tomó un pedazo de madera, se colocó como si fuera a dar tremendo batazo y posó para realizarse una foto para el trabajo que estaba realizando.

Mi pregunta es, ¿podrá ese pequeño hacer su sueño realidad, en las condiciones precarias que vive, ignorado por la sociedad y atrapado sin querer en un sistema que cada día va de mal en peor? La respuesta se las dejo a ustedes mis queridos lectores
.