Escribo porque a través
de la escritura puedo dibujar mis pensamientos y describir con detalles
aquellos sentimientos que mi boca se niega a decir; escribo porque es incomparable la sensación
de libertad que me embarga cuando expreso lo que pienso, hoy mis musas se han alborotado y me piden a gritos que teclee nueva vez.
Es un momento de
transición, de cambios, de renovación en muchos aspectos de mi vida. He
decidido cuidarme más, amarme más y dar en la justa medida en que recibo. Hoy
he llamado a viej@s amig@s que había dejado de lado sin saber las razones, me
he reconciliado con ellos y conmigo misma. Hoy valoro más a quienes están a mi
lado y en cierta forma reconozco que quienes se han ido es porque su tiempo en
la historia de mi vida caducó.
En este tiempo me han
hecho sufrir lo suficiente como para darme cuenta que mi capacidad de aguante terminó, hoy
entiendo las cosas que meses y años atrás era incapaz de comprender, y puedo
afirmar que TODO OBRA PARA BIEN. Cada
una de esas lecciones de vida han enriquecido mi carácter y me han hecho una
mujer más fuerte y segura. No guardo rencor a quienes voluntaria o
involuntariamente me han causado algún daño, en cambio me siento agradecida porque gracias a ell@s hoy soy la mujer que soy.