
Hoy despues de haber pasado varios dias viendo la lluvia caer, a las personas resguardarse debajo de sus paraguas, despues de saltar charcos y de mojarme involuntariamente, al regresar a mi hogar despues de una larga faena, tuve la dicha de ver la luz de la luna, bella, imponente y con mas deseos que nunca de brillar, su reflejo era hermoso sobre el mar, quieto, y resplandeciente parecia un enorme espejo ancho y orgulloso de ser el quien captaba toda esa luz emanada de la reina de la noche. Y dí gracias a Dios por eso.
En un dia normal quizas no lo notaría, pero realmente la hechaba de menos, y al no verla por tantos dias ya la extrañaba con nostalgia, anhelaba ver su resplandor en mis noches, su tímida luz colarse por las ventanas de mi habitación.
En noches como estas es que me doy cuenta de las grandes maravillas que me rodean, de los regalos que a cambio de nada nos brinda nuestro creador, me doy cuenta que apesar de todo lo tengo TODO, de dia, un enorme astro me ilumina, un hermoso mar baña las costas de mi país, los árboles me brindan su sombra de manera desinteresada, los pajarillos cantan las mas hermosas melodías, las nubes adornan el inmenso techo que me cubre, los rios, las montañas, y el ser humano complementa ese paisaje creado exclusivamente para nosotros. Y doy gracias por eso. Gracias Dios.
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