La mujer.

La mujer piensa con el corazón, actúa por la emoción, y vence por el amor. Ámate primero a ti misma y recuerda que somos un manjar de los Dioses.

domingo, 21 de julio de 2013

Automutilación no es amor.


Que me disculpen los presentes,  quizás con mis afirmaciones puedo causar ronchas en algunos que han entendido que martirizase es una forma correcta de expresar amor por el prójimo,  no creo que la automutilación es la mejor forma de demostrar que “amamos” a nuestra pareja, no entiendo y nunca entenderé que  autodestruirse puede ser una demostración de amor.

La vida me ha enseñado que un requisito fundamental para aprender amar a nuestro prójimo es saber amarnos a nosotros mismos.  Aprendí que amar no significa reprimir por no dañar, no significa aguantar, ni ser flexible hasta que te duela, no es menoscabar tu dignidad hasta el punto de perderla, tampoco se parece a dar más a los demás que a ti, amar es un darte a ti mismo para después poder ofrecer, porque NO PUEDES OFRECER LO QUE NO TIENES.

Amar no es permanecer al lado de un hombre para que llene un espacio de tu cama, cuando llevas desierta el alma, no es permanecer al lado de alguien para guardar las apariencias, para evitar el qué dirán. Amar es una receta, en la cual los ingredientes principales deben ser la lealtad, la consideración y el respeto. Amar es un dar, pero también es un recibir en la misma medida. Cuando amas sabes que un compañero no es quien está, sino quien puedes sentir en cada latir. Convivir no es solo compartir un mismo techo, convivir es un ejercicio que requiere de sabiduría y precisión. 

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