
La violencia contra la mujer está relacionada con la forma diferente en que son criados y educados hombres y mujeres. Tradicionalmente, a las mujeres y a los hombres se les ha asignado roles y comportamientos asociados a lo que la sociedad espera de cada uno.
Mientras a los hombre se les asignan roles de conquistador y padrote sexual y actitudes y comportamientos relacionados con agresividad, fortaleza, frialdad, afán de éxitos y lucro, independencia e iniciativa, entre otros, a las mujeres, en cambio se les enseña a ser dependientes, sumisas, pasivas, seductoras, tiernas, sensibles y propiedad del hombre.
En relación a la sexualidad al hombre se le estimula e induce a tener la mayor cantidad de experiencias sexuales antes de llegar al matrimonio. A la mujer en cambio se le exige mantenerse virgen hasta el momento del casamiento. Así miso se tolera que el hombre pueda tener cuantas parejas sexuales desee, mientras que a la mujer se le exige fidelidad.
La asignación de roles tradicionales, ha limitado grandemente la capacidad de la mujer para ejercer el poder. La mujer crece, creyendo que hay tareas que solo le corresponden a ella, que son como objetos, que siempre deben gustar a los demás, especialmente a los hombres y que son dependientes de ellos.
Los hombres también creen que hay tareas que solo les corresponden a ellos, que las mujeres están para servirles, que los sentimientos no son cosas de ellos, que necesitan controlar el mundo y a las demás personas, especialmente a las mujeres. Esto trae consecuencias negativas, los roles masculinos tienden a crear en los hombres una actitud de dominio y de control que produce desigualdades y desequilibrios, que van desde la vigilancia hasta la posesión.
Pero esto se puede cambiar, así es, desde el hogar es necesario que hombres y mujeres sean educados y educadas en función de normas y comportamientos de igualdad, enfatizando actuaciones que favorezcan los ambientes de paz, el respeto por la vida, el afecto hacia las otras personas y la solidaridad. Permitir que los hombres desde niños manifiesten sus sentimientos de miedo, dolor, inseguridad o tristeza, apoyar a las mujeres para que asuman el control de sus vidas, definiendo y asumiendo lo que quieren ser y hacer como personas poseedoras y merecedoras de derechos.
Manos a la obra, es hora de cambiar el mundo, es responsabilidad de todos!!!
hacer que los hombres manifiesten miedo y otras,,,tal ves no sea solución,,,pero las si deben mejorar,pero es la mujer dando se la oportunidad y batallando y respetándose a si misma...
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